Sencillo, sin pretensiones pero con fundamento
Es un pequeño restaurante con unas 7-8 mesas, situado en una de las calles no más concurridas del centro de Lloret, detrás del ayuntamiento, es como un pequeño secreto, donde hacen cocina de la de antes, con buenas raciones, un precio más que razonable, y un entorno cuidado y con encanto, se que abren todos los días menos el lunes en la noche que es cuando descansan y según que días (fines de semana) es mejor reservar mesa pues puedes encontrarte el restaurante lleno, tienen al medio día un menú a 10 euros, e introducen periódicamente platos que no están en la carta con lo que vale la pena dejarse recomendar, cuando fui nos presentaron unas deliciosas setas y unos entrecots de medio kilo que se deshacían en la boca, y de postres recomendar la coca de chocolate, un trozo de pastel casero bañado con chocolate deshecho caliente que estaba delicioso....