Auténtica experiencia china en Madrid
Para mi este restaurante es un imprescindible de Madrid.
Es pequeño y sin ningún encanto aparente pero es uno de los restaurantes asiaticos más auténticos de la ciudad.
La experiencia empieza al entrar y darse cuenta de que prácticamente todos los comensales son chinos, continúa cuando un camarero que no habla español te entrega una carta indescifrable. Y termina con una exquisita fondue china (hot pot) que se cocina en nuestra propia mesa y a la que vamos añadiendo verduras, carnes, noodles y todo lo que se nos ocurra.
Fuimos con un grupo que ya conocía el local, por lo que fué todo mucho más fácil. Ordenamos el hot pot, mitad picante y mitad no, y aparte pedimos setas, carne de ternera, verdura china, y un largo etc ya que íbamos improvisando a medida que nos emocionabamos con nuestra fondue.