El sabor de mi hogar
Cenar en el restaurante Amita se ha convertido en una tradición cada vez que regreso a mi hogar, en Cantabria, tras una larga temporada sin ver a mi familia.
Recuerdo frecuentarlo desde que tuve uso de razón porque la comida era exquisita, pero no fue hasta hace unos pocos años cuando el restaurante se modernizó, cambiando la decoración y ampliando su bodega, convirtiéndose así en el, para mi gusto, mejor restaurante de Suances.
Lo que no ha cambiado es el dueño, y el sabor de su cocina tampoco. Tomás y su familia llevan ahora un restaurante que combina los sabores propios de nuestro mar con un toque moderno capaz de satisfacer a los paladares más exigentes.
Se me hace la boca agua con sólo recordar su bonito a la plancha, el rapito (especialidad de la casa), el arroz con bogavante y el pulpo a la gallega, que nada tiene que envidiar al de la tierra que le ha dado nombre.
Los postres son ya la guinda del pastel. Podría recomendar alguno, pero tengo un problema: ¡me gustan todos! Así que lo mejor que podéis hacer es descubrirlos vosotros mismos.
Si visitáis Suances, no dudéis ni un segundo y reservad (aconsejable, sobre todo, los fines de semana) en el Amita. ¡No os arrepentiréis!