Restaurante Asador Erpidea

Caí en este restaurante por recomendación de unos conocidos, fue una sorpresa situado en un lugar paradisíaco para estar en el norte. Rodeado de agua y unos maravillosos montes. El restaurante es un saseron muy antigua cuyo comedor tiene una gran cristalera. Tiene una maravillosa barra con pintxos muchos de ellos galardonados con distintos premios. La carta apta para celiacos y señalizada con todos los alergenos que tiene. La carta es muy amplia y variada donde predominan los pescados y carnes a la brasa. Fuera de carta bastantes platos de temporada. las raciones son grandes y bien recomendadas y explicadas por el equipo de sala.

Caimos el día de la madre por el pantano de ullivarri y caimos en el asador erpidea sin tener ninguna referencia del mismo. Lo primero me sorprendio la variada y abundante barra de pintxos realmente impresionante. Luego pasamos al comedor y un personal muy amable nos acompaño y nos acomodo en el mismo con unas fantasticas vistas al envalse, la comida fue sobervia sobre todo el besugo y la carne a la brasa junto con las verduras naturales. todo un logro en los tiempos que corren dondde el serivio y sobre todo el genero dejaan mucho que desear. Enorabuena por el personal y lass ganas que tienen de satisfacer a la gente.

He comido con mi pareja en este restaurante que posee las mejores y mas relajantes vistas al pantano y famoso por ganar tantos concursos de pintxos. Quien nos ha servido ha tenido el detalle de ponernos en una mesa de 4 junto al ventanal y junto al radiador y ha sido muy de agradecer en un dia tan frio. Es una pena que nos haya recitado a viva voz los platos fuera de carta porque no te enteras bien, no te acuerdas de cuál era el primero de los pescados, el segundo de la carne....y lo mas importante: porque no sabes el precio. Hubiera sido mejor escribirlos en un papel, ponerles el precio y pegarlos con un clip a la carta, asi nos hubiéramos enterado bien de todo (sugerencia).

Estuve el día grande de las fiestas de vitoria el 5 de agosto, nos reunimos un grupo que veníamos de Barcelona invitados por unos de vitoria. Todos nos quedamos entusiasmados con el lugar y sobre todo por el trato y la buena comida. Especial atención con los niños a los cuales les regalaron una piruletas que según nos dijeron las hacen en el restaurante y sobre todo por la comida, empezamos con unos estupendos mejillones de roca a la plancha, seguido de unos percebes gallegos que como estaban y el final fue colosal una estupenda lubina salvaje a la brasa. El postre todavía lo estoy saboreando una torrija caliente con helado de turrrón.

Erpidea ha sido siempre un lugar especial: como un marino tierra adentro.
Originalmente lo llevaron los de la propia casa. Era un agradable merendero.
Luego entró un grupo entusiasta que elevó mucho el nivel de su cocina. Platos muy delicados aunque abundantes.
Desde entonces ha mantenido el nivel.
Buen trato.
No recomendable para grupos festivos con niños caprichosos.

Acabo de venir del restaurante erpidea hoy domingo dia 12 de enero y me he quedado sin palabras,

lugar espectacular , comida impresionante y un remanso de paz viendo nevar sobre el enbalse.

la verdad es que no disfrutaba tanto de una buena comida desde hacia mucho tiempo( calidad extraordinaria y un servicio muy atento).

se lo recomiendo a cualquiera que le guste salir fuera de las ciudades y de una buena mesa

Malísima experiencia.
Camareros muy ofensivos y denigrantes. Comida mala y muy cara. No lo recomiendo a nadie