Antonio Otero
Un lujo
Mi mujer me "reprochó" que nunca había comido langosta, por lo que decidimos subsanar la carencia. El sitio elegido fue el Restaurante Bitadorna en A Guarda (Pontevedra). Comimos y repetimos para cenar, y la verdad es que la experiencia mereció la pena, un poco cara, eso sí, pero disfrutamos con la comida. Tienen, además de la famosa y carísima langosta roja, una carta con platos de cocina de calidad, combinados con mercancía fresca y típica de la zona. Os recomiendo este restaurante. Los postres no están nada mal...