Gastronomía con toque canalla y divertido
Cuando se inauguró hace un par de años, el Brulé era un restaurante informal con mesas altas bajo el concepto “fingerfood” (para comer con los dedos), si bien la última vez que he estado lo he encontrado diferente, no solo por la remodelación del local (ahora con mesas bajas que invitan a sentarse y a disfrutar de la comida relajadamente) sino también por su carta. Creo que puede deberse a la separación de sus socios, uno se ha quedado definitivamente con el Brulé, y el otro continúa con el Becook (por cierto, también de lo más recomendable).
La carta del Brulé no es excesivamente amplia, pero sus platos sorprenden. Se trata de cocina creativa, aunque utilizando productos tradicionales y de la tierra. Se definen como un “restaurante de cocina actual con productos de temporada, con un toque canalla y divertido”. Puedes probar el pulpo Yucatai a la brasa sobre base de puré de yuca, la tempura de langostinos; el Wok de pollo con verduras, leche de coco y curry; el tiradito de salmón con salsa ponzu, eneldo y ajo frito; wok de verduritas con huevo a baja temperatura; sushi... Los postres también son espectaculares.