Merece la pena
La cocina es muy buena, casera y con muy buen gusto. Las raciones son inmensas, las comidas típicas día merecen la pena. El personal es encantador (como la mayoría en Almería, todo sea dicho) y nos recomendó probar los gurullos, un guiso con habas y garbanzos de la zona. Ummmm, qué bueno!! El revuelto de calabacín, estupendo; pescado a la plancha... Muy buena relación calidad/precio.