Cena y fado
Segunda vez en Lisboa, esta vez mucho mas de relax... Cenar en un restaurante con fado en directo me quedó pendiente la otra vez. De esta ya no ha pasado. Bacalao a la "brâz" regado con un buen vinho verde y con fados, intermitentes al principio de la tarde-noche pero mas contínuo al final. Servicio y trato excelente. Quizás sobra que pasen a vender CD al final, aunque están en su derecho. En síntesis: MUY recomendable