Un restaurante muy recomendable y con muy buenos precios
Este restaurante que se encuentra en una de las vías verdes del Empordá y al cual llegamos antes de haber visitado la Casa Museo Castillo Gala Dalí, para posteriormente hacer el recorrido por el pequeño pueblo. Allí nos encontramos con gran cantidad de ciclistas, tanto hombres como mujeres, que también habían hecho un alto en su camino.
Una de las dos terrazas en la que donde nos instalamos tenía barra, era espaciosa y muy cómoda y allí también se puede almorzar aunque al ser temprano para ello el comedor no estaba habilitado. El precio, de acuerdo a lo que vimos, era realmente razonable, el personal, todas mujeres, que lo atendían eran muy cordiales y atentas, la cocina se especializaba en comida casera catalana típica y con los productos que se encuentran en la zona. Ofrecen bacalao a la reina, patitas de cerdo con salsa, estofados, guisos, cazuelas, verduras y un muy amplio surtido de otros platos para elegir. Los postres y dulces son artesanales y también se puede comer helados.