Chez Leon

Me lo recomendaron y ahora lo recomiendo yo.

Chez León es el mejor lugar que hay en Bruselas para ir a tomar el plato típico belga por su relación calidad-precio. ¿Y cuál es esta especialidad nacional? Los mejillones. Los mejillones y las patatas fritas llamadas frits.

Si bien lo primero, en principio, nadie duda de que pueda hacerse de una forma especial, todo el mundo se pregunta qué tienen de peculiar las frits en Bélgica. Le pregunté a un cocinero aficionado dicha duda y me habló de un elaborado proceso con varias etapas de inmersión en aceite. Una muerte lenta y dolorosa. Personalmente, aunque reconozco que están ricas, no las encuentro demasiado diferentes a las que he tomado en otros lugares.

Qué no os engañe el sitio, a parte de tratarte genial, la comida es fantástica y si estás de paso por Bruselas.

Nosotras nos moríamos por un típico Moules-frites y no nos defraudó, los mejillones increíblemente frescos y las patatas fritas súper crujientes y no congeladas.

De postre nos pedimos un gofre a la Bruxelloise, muy distinto a los que se venden en la calle que son ultra pesado y empalagosos, éste es una nube de placer, más ligero de lo que uno se imagina y se nota que está hecho al momento.

¡Totalmente recomendable, volvería encantada!

Una experiencia gastronómica deleznable. Anoche, y haciendo caso a las recomendaciones de guías y de familiares, nos fuimos a cenar mi mujer, mi hermano y yo a cenar a Chez León.
Lo tradicional y famoso en Bruselas son los mejillones al vapor con patatas fritas (alguien tendría que enseñar a esta gente a maridar platos...), así que noa pedimos un Complet León que traía esto, mas un plato de tomate relleno de quisquillas.
Como el camarero nos dijo que iba a ser poco para 3, pedimos también un plato de calamares fritos con salsa tártara.

Hasta aquí, la comida sobre las fotos tenía muy buena pinta.

Una visita gastronómica que no puedes perderte en Bruselas es comer en Chez León, su comida está a otro nivel. Esta muy cerca de la Grand-Place.(Ago’22)
Y como no; le dimos rienda suelta al paladar disfrutando de unas ostras, una ensalada y unos mejillones, todo regado con un buen vino blanco.
Una cena espectacular… el precio se lo vale.

Lo cierto es que nos quedamos sin probar los deliciosos mejillones que pasaban por delante de nosotros, no dudo de la calidad y servicio del sitio, sin embargo fuimos 4 y no nos dejaron pedir "solo" dos raciones de mejillones.

Nos obligaban a pedir un plato por persona, es decir, a consumir un mínimo de unos 20 euros por cabeza. Una pena porque queríamos probarlos, sobre todo los gratinados.

Nos ha encantado el sitio. Al principio pensamos en ir a La Terraze pero se nos salía de la ruta. La verdad es no nos ha decepcionado el sitio. Los mejillones estaban de muerte y los gratinados ni te cuento.