Para repetir
No podíamos dejar este hotel sin probar sus platos, ya que habíamos leído sobre sus excelencias, así que el domingo regresamos de nuestra excursión para probarlo.
Elaboran un menú con cinco primeros, cuatro segundos y tres postres por 20 euros, bebidas incluidas.
El comedor estaba lleno de senderistas que regresaban de su periplo por la cercana sierra de Bernia, con lo que resultaba bastante ruidoso, todo hay que decirlo.
Para empezar un pequeño recipiente con aceite de oliva premiado, ya que esto era una almazara, y unos deliciosos panecillos para acompañarlo, luego titaina y algo más.
El dúo de pescado con guiso de alcachofas de segundo plato estuvo muy acertado, no tanto los escalopines de pavo con salsa de queso.
Para los de fuera recomendable el arroz a banda, esta es buena zona para degustar los arroces.
Buenísimo el postre de los dos chocolates con frutos rojos, el helado de turrón sería mejorable.
Es un sitio para repetir. Además el servicio es muy atento y las mesas están bien preparadas.
(Es complicado encontrarlo, está detrás del auditorio, tras el pueblo de Altea)


