Comida murciana
Este pasado 2014 ha sido el Parador mejor valorado según dicen, es nuevo, un acierto y arriesgado proyecto arquitectónico entre yacimientos arqueológicos que hay que dar a conocer en una ciudad de indudable interés monumental, pero no cerca de las rutas turísticas habituales.
Su restaurante ofrece platos relacionados con la cultura gastronómica del lugar y sus productos, un menú bastante acertado aunque no redondo del todo.
Lo mejor, las croquetas, en vez de rebozadas, envueltas en una pasta filo que sorprenden, y el arroz con leche en forma de flan, muy rico.
No estuvo adecuado el arroz con rape, un desacierto pedirlo unos valencianos acostumbrados a que el grano esté entero, este, de Calasparra estaba totalmente abierto, una lástima para nuestros gustos.
En definitiva, hay que mejorar algunos platos y el servicio debe ser más profesional, no obstante para recomendar.
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