Es un restaurante que está en un museo, ...
Es un restaurante que está en un museo, no de los que normalmente se recomienda, pero los suecos tienen un buen toque para hacer comida rápida y sana, hasta en los lugares más raros, como un museo, se puede comer bien.
Las opciones que ofrecen te permiten probar la comida sueca de todos los días, hay filetes de pescado, como de haddock, con hierbas y salsa de vino, también las famosas bolas de carne suecas, que vienen con bahías, los lingon, que son muy ricos, y se sirven como una mermelada, que se echa sobre la carne y le da un sabor dulce. Otro plato que podemos probar, la Kankalssoppa, que es una deliciosa sopa de verdura.
Los precios no son tan altos como en los restaurantes del centro de la ciudad, pero si fuera España, costaría la mitad, es un país muy caro… Los platos principales valen unos 12 euros, la sopa 9 euros. Hay ensalada con un surtido de salmón ahumado, que vale 10 euros, y un plato con diversos sabores suecos para 10 euros también. Ofrece una selección de sándwiches con pan sueco que se miraban exquisitos.
Luego hay un surtido de panes de todos tipos, integral, plano, negro… que son muy buenos, y los postres te pondrán agua a la boca. El museo es muy grande, por lo cual si no has previsto nada que comer, como la visita te toma por lo menos unas 3 horas, puede que sea tu única opción para restaurarte sin salir del museo, pero está todo bueno. Un punto negativo, la botella de agua vale 3.50 euros!