Experiencia torera
Este restaurante es alucinante. Por un lado es un pequeño laberinto lleno de salas reservadas y algún que otro espacio más grande, un par de barras del bar y todo lleno de cuadros y fotografías relacionadas con el mundo del toreo. Llegar a tu mesa es pasar por un museo de trajes de luces, capotes y recuerdos que te llevarán un rato de curiosear. La cocina además es gloriosa. Clásica y tradicional manchega, perfecta, elegante y sabrosa. Un restaurante imprescindible.