El Capricho de Raquel

No me esperaba que en la playa (Urbanova para ser exactos) de Alicante, hubiera algo más que el típico chiringuito playero.
El restaurante es sencillamente agradable, sin grandes aspavientos decorativos ni pretensiones, pero acabas encontrándote casi como en el comedor de tu casa, y es que el aire familiar está impregnado en todo.
Comida casera, contemporánea, no pueden faltar buenos arroces alicantinos, el ternasco asado es una delicia... y su bodega es espectacular, sin sorpresas en precios y con más de 500 referencias distintas.
Como además está cerca del aeropuerto de Alicante,

Excelente experiencia en El Capricho de Raquel.
Después de un mediodía caluroso en Alicante capital, no hemos podido elegir mejor.
Desde nuestra llegada todo ha sido amabilidad por parte de Raquel y su equipo. Teníamos reserva para terraza y no han dudado ni un segundo en buscarnos un hueco en sala.
De entrantes unas zamburiñas (espectaculares) y una ración de ensaladilla rusa (riquísima) y de plato principal dos arroces (de sepia y gambas y arroz negro) y una ración de fideuá, por recomendación de Raquel. Las tres cosas espectaculares…
Para rematar unos postres caseros y todo regado con una sangría de cava.

Lo decidimos a última hora, pero llamamos y pudimos reservar por la mañana. Al llegar a mediodía había cola en la puerta por lo que fue buena idea lo de reservar. Nos sentamos a la mesa y el camarero nos sugirió un pulpo a la plancha y una tabla de quesos para picar. Le hicimos caso y no nos equivocamos, pues estaba muy bueno. De principal tomamos los dos ternasco asado y estaba delicioso, sabrosísimo y bien acompañado de una patatas. Para acompañarlo se nos sugirió un tinto de aragón y nos dejamos guiar. Cabe mencionar que nos guiaron a buen puerto. La verdad que salimos muy contentos, por lo

Una maravilla lo descubrimos por medio de la NUBE y no nos defraudo todo lo contrario ya lo dice los comentarios anteriores solo añadir que puedes ir a degustar una buena comida o cena con la tranquilidad y la buena sensación de que vas a comer calidad a un precio justo una bodega muy digna y un trato fantástico

La visita a El Capricho de Raquel no pudo ser más satisfactoria. Fui con mi mujer y para picar tomamos una tabla de quesos y el pulpo a la plancha que nos recomendó el camarero y que valió la pena, pues estaba muy bueno. De plato principal tomamos un arroz con bogavante acompañado de un albariño que me encanta. Además, la calidad precio está bien. Si queréis comer bien y tradicional visitad el capricho de Raquel.

Vamos cada mes para degustar su menu mensual. Muy recomendable por la calidad y el excelente trato. cualquier tipo de arroz lo hacen bien y dan ese punto de soltura que agradecemos los arroceros. Buena bodega y gin tonics