Lo único bueno, las vistas.
Es la segunda oportunidad que le dábamos, la primera fuimos un domingo y casi no tenían nada de la carta. Sábado mediodía. Reserva hecha. Fuera hace calorcito pero con brisa agradable. Dentro, calor. Aire acondicionado con goteras. Nos Dan la mesa más lejana, al lado de la ventana. En el suelo las hormigas se llevan restos de insectos muertos si, si. En un restaurante. Lleno de moscas e insectos voladores (que mi hija teme). Pedidos variado de croquetas y pregunto específicamente si hay de pollo y me lo aseguran. Luego hay de queso, jamón, setas y bacalao. Ni resto de croquetas de pollo para mi hija.