Todo muy rico
Es un pequeño restaurante a modo de bistrot francés con pocas mesas y que resulta muy acogedor para ir una pareja o un pequeño grupo de amigos. El servicio es bueno y el trato muy agradable y cercano por parte del equipo que lo atiende. Dispone de una carta variada, no muy extensa, pero en la que se pueden encontrar platos tradicionales de la cocina española como los callos, las croquetas, el rabo de toro, pescados y mariscos muy frescos cocinados de diversas formas, carnes y buenos postres. También tiene una buena carta de vinos.Precios ajustados.
¡Espero que os guste si lo probáis¡