Eric Van
Un placer para el paladar
El restaurante se esconde en medio de una antigua dehesa, los dueños son dos Belgas muy simpáticos. Tienen huerto propio y ofrecen una cocina de mercado, con productos de primera calidad, la mayoría de cultivo ecológico. La carne también es de la zona y se nota al primer bocado. El cocinero es un artista de la pastelería, todo lo preparan en el mismo sitio: Bizcochos, tartas, helados. Yo me volví loco con una tarta que hacen, que es de pistachos y frambuesas frescas.
Como son Belgas, han traído de su tierra algunas cervezas de allí, que están riquisimas. Animo a probar la de cerezas.
![](https://images.mnstatic.com/e7/3d/e73dad44cd08435502c48da8548c4e3c.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)