Sorprendente
Se trata de un restaurante, en pleno centro de Cascante (Navarra)que tiene dos entradas: por la Plaza Obispo Soldevilla y por el bar que está en la calle Romero. Nosotros, entramos por la segunda y ciertamente la fachada no da una idea del interior. No juzgues a la primera. Entra. Te encontrarás un pequeño bar con una barra de pinchos, donde el queso de cabra, los champiñones, las tortillas, la cebolla caramelizada y la dulzura del Módena, te harán difícil la elección. Eso de entrada. Luego pregunta por el comedor y entenderás la filosofía del local. Alrededor de un pequeño patio acristalado, lleno de plantas naturales, se distibuyen las mesas, cubiertas por manteles blancos como la nieve. Vajilla de diseño para cada plato, cristalería inmaculada y cambio de cubierto si el plato lo requiere.
Nos comenta el dueño, que en función de la temporada cambian de verdura, para así ofrecer producto de temporada, siempre fresco.
Siempre hemos pensado que el vino hecho con tempranillo, era superior al de garnacha. Ja! En la degustación ofrecen, entre otros, rosado Corazón de Malón. Probad y luego hablamos.
Si te va más el menú del día, pide alguna ensalada: Son tan grandes que puede que te encuentres el tanga de Tarzán.
Absolutamente recomendable.