Este restaurante se encuentra en el...
Este restaurante se encuentra en el extrarradio del casco histórico, cruzando el puente Boeza, así que lo mejor es ir en coche o en autobús urbano (líneas 3 y 5 que salen de la plaza del Ayto), porque es una buena caminata. A pesar de estar un poco a desmano suele tener mucha aceptación porque se come muy bien, aunque el precio es algo elevado.
Se trata de un chalecito de dos plantas, que tiene una agradable terraza exterior donde tomar algo en verano. Tiene un comedor en cada planta, el de la planta alta es bastante más grande que el inferior, pero sólo suelen abrirlo cuanto éste se llena. La decoración es bastante acogedora y al estilo rústico, con paredes de ladrillo visto, vigas de madera, mobiliario antiguo...
Los platos son todos caseros, basados en productos tradicionales y de mercado. Por ello, no hay carta escrita, sino que los camareros te dicen de viva voz lo que hay ese día, cosa que no me agrada mucho porque has de pedir sobre la marcha, tampoco ves los precios y a veces se les olvidan cosas que quizás de haberlas sabido hubieras pedido... No por ello la carta es nada limitada, tienen variedad de entrantes, carnes y pescados, así como productos típicos de la cocina leonesa y berciana. Nosotros éramos dos personas y pedimos primeramente, para compartir, unas zamburiñas gratinadas (preparadas como si fuesen vieiras) que estaban deliciosas, y unos boletus a la plancha, también buenísimos. Los segundos flojearon un pelín, fueron una cazuela de rape con langostinos y almejas (que estaba buena, pero tampoco fuera de lo normal), y un solomillo a la parrilla (tierno y en su punto, pero no tiene gran secreto). A pesar de que las raciones fueron muy abundantes, no pude resistirme a pedir el coulant de chocolate de postre (un bizcocho relleno de chocolate líquido) que venía acompañado de una bola de helado, ¡delicioso!
El servicio fue atento y rápido. Sin embargo, con ésto de no haber carta, nos llevamos una sorpresita en el precio, que fueron 40€ por persona, caro para el sitio que es, ya que en Ponferrada puedes comer muy bien por 25€, e incluso pagando 40€ puedes ir al Sofra (recomendado por Michelin), y degustar una cocina creativa en un el local muy moderno y pijillo. No obstante, a pesar de que me parece caro, en el Leñador se come muy bien.
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