ANADEL
La ubicación no podía ser mejor
Esta cala del Portet de Moraira es una de mis preferidas, y este recién inaugurado hotel-restaurante está sobre ella.
Han utilizado elementos arquitectónicos preexistentes, como las columnas del comedor, han añadido obras de arte moderno como de Ripollés, y han construido una pequeña piscina con una agradable terraza.
Tiene varios elementos para convertirlo en un hotel con encanto y cierta exclusividad, los precios son ad hoc.
En cuanto a los platos hay que mejorarlos, esa combinación de gustos en alguno no fueron de mi agrado, y ese medio cabracho a la plancha de segundo plato es escaso y le falta alegría.
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