Carlos Javier Gómez Rozas
Falta de profesionalidad.
Pedí unas patatas a la riojana y tuve que pedirles que me las calentaran porque estaban heladas. Las calentaron (supongo que en el microondas) y no había transcurrido ni un minuto desde que me las trajeron cuando de repente aparecieron con las chuletillas que había pedido de segundo plato.
Y para poner la guinda, a mi acompañante, que también pidió chuletillas, ni siquiera le pusieron cubiertos.
Aparte de que las patatas no valían lo que costaban, la profesionalidad de los empleados dejó mucho que desear.