Restaurante El Paso

El Paso es uno de mis restaurantes favoritos de Altea, uno de esos sitios con mucho encanto de los que parecen ser la especialidad en el casco antiguo de este bonito pueblo. El Paso se encuentra en la calle principal del casco viejo y es uno de los “veteranos” del lugar; no se trata de una de las pizzerias de nueva hornada que ahora mismo parecen triunfar en Altea.

El sitio es muy cálido y el trato realmente agradable. Y recomiendo dejarse recomendar por lo que aconsejen al pedir nota, pero los crepes de rabo de toro y la ternera trufada rara vez fallan. De postre, sin duda, la tarta tatín.

Siempre que vamos a altea hacemos la parada imprescindible en este restaurante, el lugar es muy acogedor, la comida exquisita y la atención muy personalizada( no me gustan los restaurantes que no se mojan en decirte lo que realmente es bueno y aquí eso no me pasa). Cualquier carne que he probado es esquisita, especialmente el solomillo de boletus, que es expectacular y el crepe de rabo de toro lo mismo. Todos lo entrante que he probado son maravillosos. Mi consejo es que os dejeis aconsejar por la dueña, lo siento pero no recuerdo el nombre, que acierta al 100% (por lo menos con nosotros y os aseguro que no somos facilones).

La calidad bien pero a la dueña le pudo el ansia y nos aconsejó pésimamente. Nos recomendó pedir más de la cuenta porque estaba el sitio vacío y necesitaba hacer su agosto. Además tuvo un trato horrible hacia los camareros en público. No creo que volvamos.

Ubicación fantástica y trato agradable.