Elena Yañez
Siempre habíamos tenido la curiosidad de entrar por cambiar un poco la rutina.
Años atrás no inspiraba confianza, pero cada año poco a poco van reformándolo y dándole mejor pinta. Este año parecía recogido y medianamente agradable, aunque con un toque decorativo demasiado femenino, rozando lo austero y lo hortera.
Al acercarnos, la camarera fue un encanto, solo que cuando nos sentamos a comer se llenaron las mesas, y estando ella sola no daba a basto. Y contando todo ello con la calidad de la comida, lo aconsejaría para tomar el aperitivo (los chanquetes estaban deliciosos), o para tomar unas cervezas y ver los partidos, pero no como para esperar una comida de una
Calidad exquisita.
Leer más
![](https://images.mnstatic.com/f2/19/f2190e157346a8398a50c06a685d039d.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/68/70/6870ee4cd189af49bbfefcea6d23a8d7.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/9b/2f/9b2f1790fb932f7930d5aa19a6768e43.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
+3