Pésima relación calidad / precio
En mi opinión, se trata del típico restaurante con fama que se permite el lujo de cobrar precios astronómicos cuando en realidad ofrece una calidad de servicio y de producto deficiente.
Fuimos a almorzar y siento decir que mi primera impresión ya fue mala, cuando el pan que nos trajeron no parecía del día (no estaba crujiente). Fuimos dos personas y pedimos un primero a compartir (Berenjenas fritas rellenas de gambas). El plato estaba salado y las gambas no eran nada de frescas, dejamos la mitad del plato y se lo comentamos al camarero. No hizo comentario alguno..
Después pedimos dos platos principales que fueron simplemente correctos (Carrillada y Presa al Pedro Ximénez). El tiempo de espera entre la entrada y los platos, excesivo. La carta bastante corta, sólo un tipo de ensalada y con platos bastante "previsibles". Me sorprendió que incluyeran en carta "Papas Aliñás" como si un bar de carretera se tratara.