Restaurante Gula-Gula

El Gula Gula es difícil de definir con una sola palabra: restaurante de día, sala de espectáculos por la noche, es un local transformista igual que muchos de sus artistas que entretienen al público madrileño desde hace 15 años: drag queens, acróbatas, malabaristas, bailarines, performers...

Quien entre en el local durante el día, ubicado en un hermoso edificio barroco en el número 1 de la Gran Vía (grandes vistas desde las ventanas), podrá disfrutar de un menú a bufet variado y barato (7,50€ entre semana, 12,50 los sábados y domingos), ya de por sí una gran opción.

Pero por la noche.. ¡se transforma! Bastarían los camareros, cada uno con un disfraz diferente, para dar tema de conversación. Sin embargo al bufet (con disponibilidad de platos calientes, no incluidos en el precio) se añade un gran espectáculo de más de una hora, en el cual se puede ver todo tipo de performance física, danza o cabaret. Hay varias cenas con espectáculo, nosotros asistimos a uno llamado "Gurlesque". El precio total es a partir de 25 euros (bebidas y postres no incluidos), un dinero bien gastado.

Hacía años que no iba por el Gula Gula, un restaurante con espectáculo que lleva desde 1996 amenizando a madrileños y sobre todo visitantes con espectáculos transformistas de calidad y a precios moderados. Por 25€ tienes un buffet frío con ensaladas muy variadas, y por 5€ más tienes un plato caliente. Las bebidas son un poco caras, pero tienen vino de la casa por 11€ la botella y cocktails por 6.

El espectáculo comienza sobre las 11 pm y dura más o menos una hora, y a veces el show está más en los camareros, vestidos de manera extravagante y luciendo cuerpos machacados en gimnasio

El Gula-Gula es uno de esos restaurantes de obligada visita en alguno de tus viajes de la vida. No importa si vives en Madrid o si vienes de paso. No hay fallo, el ratio calidad, precio, ambiente y diversión son excelentes.

Además, le ponen un toque de música ambiente impresionante. Es ideal para comer rico en un ambiente multicolor, sin que importe tu raza, religión, filosofía o falta de esta última. Si quieres sorprenderte una vez más, repetirás como las natillas y a tus compis les harás reírse y pasar un buen rato en compañía de showmen disfrazados de travestis. Son éstos los que ponen la guinda del pastel, porque no molestan, respetan y te tratan exquisitamente.

Ahora están en las bodegas del Riazor de la calle Toledo, 19, justo al lado de la Plaza Mayor. Más pequeño pero más cercano y acogedor. Una noche de auténtico music hall y cabaret con artistas de alto nivel, nada que ver con otros restaurantes que ofrecen despedidas ruidosas, aquí se nota experiencia y clase.

Menú de 5 platos más postre que no se logra acabar, mas barra libre. Buen servicio de camareros que además son animadores. Muy buen ambiente. Muy recomendable.

Fuimos de despedida de soltera 8 personas. Encontrar el local es complicado porque no hay ningún cartel que ponga Gula-gula o similar. El Gula-Gula está situado en el sótano de un restaurante. Un sótano muy estrecho. No más de 5metros de ancho.

El espectáculo tiene un pase, aunque tienen chistes malos, poca interacción con el público, los drag-queeens son mayores y los camareros que van de 'boys' les faltan 3potajes. Durante la cena y postre no hay ningún espectáculos. Nos aburrimos un poco. Y comparados con otros espectáculos de este tipo no le doy ni un 5 sobre 10.

La cena; Un 0. Calidad y cantidad nula. Estábamos en una minimesita todas apretujadas que no podíamos ni estirar los codos. De 1º una ensalada mixta para compartir. De 2º dos croquetas contadas por persona y una especie de puré de patata con queso para compartir. De 3º pescado en salsa, un trozo del tamaño de un dedo de Largo y fino por persona. Y de 4º un trocito de carne que estaba asquerosa y sabía a leche condensada. Postre milhojas y trozo de helado.