Impresiona, la verdad
Hace un par de años pasamos un fin de semana en Toledo en temporada baja. Como no teníamos ganas de callejear con el vehículo decidimos quedarnos en alguno de los hoteles que se hallan en la misma entrada de la ciudad. Como era la hora de almorzar entramos en el Hostal del Cardenal.
Lo hicimos un poquito compungidos porque se halla en la misma muralla, junto a la puerta de Alfonso VI. Primero se entra en un jardín de estilo francés, un lugar paradisíaco. Impresiona, la verdad. Esta zona, cuando la muralla dejó de ser necesaria, fue reconvertida en palacete de verano para el cardenal del Cister quien tuvo, hasta entonces, la responsabilidad de proteger la entrada a la ciudad.