ANADEL
En este pueblo, abajo de su imponente...
En este pueblo, abajo de su imponente castillo, hay dos opciones para comer, este hostal y el bar del pueblo.
La señora que lo regenta es encantadora, y su cocinero sabe elaborar platos caseros con gusto, lástima no decorar el local con unas cortinas alegres y algún elemento más ya que no hay nada en las paredes, ni vista al exterior.
La crema de verduras, judías verdes obsequio de la casa, orza o conserva aragonesa, y los huevos con jamón, todo estaba muy rico.
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