Restaurante IKEA

Nunca me ha dejado de sorprender la capacidad de IKEA para ofrecer valor a sus clientes. Si bien había visitado varias de sus sucursales en Estados Unidos y Canadá, jamás creí que sería una excelente opción en el continente asiático.

Una ciudad como Hong Kong, con precios altos y una gastronomía a la que es difícil adaptarse pone en aprietos a los viajeros con presupuesto limitado. Podríamos comer en los puestitos callejeros arriesgándonos a recibir carnes de origen misterioso, o pagar cientos de dólares en un restaurante occidental. Como ninguna opción es viable a largo plazo, los restaurantes de IKEA son una opción extraordinaria.