Javier Cortes
Un sitio único en Madrid
Afganistán es uno de aquellos países, como Camboya o Argelia, cuya historia turbulenta ha dejado su comida fuera del mapa gastronómico, pero merece la pena conocerla. El Restaurante Kabul en Madrid ofrece una buena iniciación a la comida afgana. Algo parecido a la gastronomía hindú, la comida afgana suele ser servida con arroz y naan, un especie de pan común en el subcontinente.
Empecemos comiendo unas riquísimas samosas (una especie de empanadilla grande llena de carne picada o verduras), servidas con salsas de hierbabuena y tamarindo, y después pedimos pollo y cordero con salsas de nata, especias, cilantro, y cebollas y dejamos los platos limpísimos.
El dueño nos regaló un postre parecido a las natillas pero con una guarnición interesante de almendras y cardamomo. El servicio también era un cambio agradable para nosotros acostumbrado al servicio inatento y brusco de muchos camareros europeos. En total, una experiencia buena que repetiremos seguro.
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