Restaurante con recien concedida estrella michelin, bueno pero con altibajos
Restaurante joven con mucha personalidad.
El restaurante se encuentra en el centro de Madrid muy cerquita de las paradas de Alonso Martinez y Bilbao.
Local elegante y cuidado, punto muy positivo las mesas separadas aunque las sillas son un tanto incomodas y no recomendables para personas voluminosas.
Ambiente agradable y muy tranquilo.
Servicio muy atento y agradable.
Nuestra experiencia fue una cena donde te permiten elegir entre dos menus, el normal y el largo.
Finalmente nos decantamos por el normal sin maridaje. Cenamos con un cava rosado que nos recomendaron muy rico.