Se estaba maravillosamente bien en la...
Se estaba maravillosamente bien en la terraza de la Cucanya cuando llegamos a comer. Un día soleado pero donde en el puerto deportivo corría una brisa estupenda para estar sentados a la sombra y al aire libre. El ambiente esta perfectamente cuidado y según llegamos ya teníamos una selección de vinos fresquitos listos para ir haciendo hambre.
Ensalada de Xató (típica de la zona) con bacalao, marinados de pescado azul, almejas a la marinera, tratar de sepia y por supuesto el suquet de gambas, uno de sus platos estrella. Por cierto, que si pensáis que ya no podéis comer nada mas, preparaos, porque el carro de postres caseros es para llorar de la emoción...