Es un lugar familiar donde uno come bastante decente, no muy caro y pasas un buen rato con su espectáculo, baile y caraoke. Las copas también están económicas.
Si lo que vas es a comer, puedes ir con toda la familia tranquilamente porque los niños tienen un parque al lado y si es aparcamiento tampoco tienes problema.
La comida aceptable, pero el trato es pésimo. Debían tener mucha prisa, nos quitaban el plato antes de terminar, no esperaban a que acabaran todos y ya estaban retirando el servicio.
Cada vez que pedíamos algo te ponían mala cara, de verdad un servicio pésimo y lo peor es que estábamos 3 mesas a las 21:30 horas, vamos super tarde.
El servicio fatal, los camareros bordes y con prisas, somos 35 personas y me querían cobrar 9 botellas de agua, de pena, puntuación cero.
Después de que me cambiaron el chuletón dos veces me fui sin cenar. No creo que sea tan difícil hacer un chuletón al punto tirando a poco hecho.
Amabilidad y rapidez son sus puntos fuertes.
