Buenas carnes.
El Restaurante La Ochava es toda una institución en la zona. Galardonado con el Plato de Oro y el Gran Collar de la Gastronomía española, no tiene pérdida, ya que todo el mundo en el pueblo lo conoce.
El exterior del establecimiento no parece encerrar el estupendo restaurante que hay en su interior. Desde la calle se accede a un bar, de lo más normalito y desde él, al restaurante decorado al estilo castellano.
La especialidad de la casa son los asados en horno de leña y el horno puede verse desde la entrada al restaurante. Allí los corderos se asan enteros y se sirven por cuartos (20 €). El cochinillo (22€), también se asa en horno de leña y se sirve con una piel tostadita y crujiente.
En el apartado de pescados encontraréis lubina, dorada, y otras especialidades de temporada.
En la carta también se ofrece una gran variedad de raciones para compartir o primeros platos: surtido de ibéricos (20€), ensalada de pimientos con bonito, o los calamares Ochava.
Los postres son caseros y en cuanto a las bebidas, no disponen de una carta muy extensa, pero ofrecen un tinto de la casa aceptabla o jarras de un litro de cerveza para grandes bebedores.
El servicio es amable y atento, el precio medio de la carta está entre 40-60€ por persona y salvo la escasa carta de vinos y la estrechez de los baños (eso sí, limpísimos), no encuentro ningún aspecto negativo más a reseñar.