escogimos mal día
El domingo antes de San José, a tope todo pero tuvimos suerte aquí, encontramos mesa...pero croquetas de boletus congeladas por dentro y lo arreglaron volviendolas a meter en la freidora, el resultado, carboncillos de boletus. De segundo sopa castellana, incomible por el exceso de sal. Solución, más agua. El trato de la camarera perfecto (con alguna confusión), el tostón bueno y lo que más cabe destacar es el extraordinario flan de queso, un placer para el paladar. No puedo dar mala nota ya que seguro que la cocina tiene calidad, pero quizás no estén preparados para muchos comensales.