Recomendable
El restaurante no podía tener mejor emplazamiento, en la preciosa Gallerie St Hubert. El local es pequeño, aunque arriba hay otro comedor, subiendo unas mínimas escaleras de caracol.
Servicio joven, uniformado y dispuesto, y platos de la cocina belga bien elaborados.
En fin, un recomendable y no caro (si elegís uno de sus menús) restaurante en un punto clave de Bruselas.