Estupendo restaurante situado en el centro de Potes, con comida tradicional, entre ella, destaca el cocido lebaniego. Sólo los valientes se atreven con los 2 platos: La sopa o caldo de primero y lo "sólido" de segundo.
El restaurante está decorado tipo rústico y ocupa todo el edificio: Planta baja, primer piso y buhardilla, que tiene un encanto especial por el techo. Servicio excelente.
Tienen menú del día a buen precio. Muy recomendable.
Como comer no se, por que mi tito lemos no me dejo......
pero el sitio es digno de visitar y tomar unas botellitas de sidra, repito a 3€!!!!!!!! (como buen catalán que soy)
Interesante saber que la calle solo tiene dos salidas, y una da a la guardia civil, si queréis saber cual es la buena, solo tenéis que ir
La verdad es que ha resultado genial, o sea tal y como nos lo habían anunciado. LA situación del restaurante en el centro de Potes ya le hace atractivo, pero es que además el trato gentil, agradable, en resumen como siempre se espera recibirlo.
El comedor está bien acondicionado y la comida perfecta, incluso habíamos pedido unos entrantes y ellos mismos nos aconsejaron que lo contrario debido a lo copioso de la comida, sobre todo el cocido lebaniego.
A mejorar, los postres, pero lo demás muy bien.
Vinimos expresamente a degustar el cocido liebaniego, estaba en el menú así q por 11€ nos hemos comimos una gran sopa y un cocido alucinante. En el menú se puede tomar vino o agua, y un pan típico delicioso. De postre nos comimos canónigo que son unas natillas con un bizcocho caramelizado delicioso. Fenomenal luego un paseito por las preciosas calles de potes para bajarlo o la siesta y ya esta un día genial
No puedo compartir las experiencias del resto. La atención fue lenta y displicente. Pedimos menús con cerveza y refrescos que cobraron aparte. No me lo advirtieron cuando lo pedí. El cocido con garbanzos durisimos, algunos auténticas piedras. El entrecot era un aprendiz de entrecot, más bien un escalopin y hecho frito en sartén bañado en aceite. Irrepetible.
En un enclave sin igual en la parte mas encantadora de potes, permite degustar de comida típica de la zona a muy buen precio. todo lo que comimos muy bueno: ensalada, tabla de quesos, brochetas de ternera, cochinito y, como no podía ser de otra manera, el cocido de liébana.
Estando en Potes y usando minube.com hemos ido a parar a este estupendo restaurante. Es Maravilloso. Menú normal y especial con carnes de primera. Ubicado en un rincón encantador de Potes. Un saludo !!
Muy buen servicio dos adultos y un niño con postres y cafe 29 euros y postres caseros buenisimos mousse de limón y profiteroles con vainilla.
Uno de sus más conocidos restaurantes donde poder degustar un exquisito cocido montañés.
