Juan Pablo Rebolledo Toro
Un sitio tranquilo y relajado para...
Un sitio tranquilo y relajado para cenar frente al mar... La comida buenísima, y la atención personal y muy agradable. Repetimos siempre que vamos a Almuñécar.
Lo peor la luz de la terraza, muy baja, y somos de los que nos gusta comer con más luz, pero eso se soluciona sentándose en el interior.