Museo de la almadraba
En la famosa Playa de Barril no hay mucha oferta de restauración: un local de comida rápida (hamburguesas, pizzas...) y un restaurante “más pijo” con una coqueta terraza y zona chill out llamado Museu do Atum.
Su nombre se debe a que en el interior del restaurante hay un pequeño museo que explica la historia de Barril, una pequeña localidad de pescadores dedicada a la pesca del atún hasta la década de los 60. Las paredes del local están cubiertas de fotografías antiguas de este olvidado y peligroso oficio artesanal; también puedes ver una maqueta de una almadraba. Estas enormes anclas que llevaban los barcos pesqueros están ahora encalladas en las dunas de arena próximas a la playa, formando un ‘Cementerio de Anclas’ (principal atracción turística del lugar).
El restaurante no me pareció muy recomendable. El servicio fue lentísimo, las raciones muy escasas, y el precio elevado, si bien la comida estaba rica (especialmente el pulpo a la brasa), y el entorno es espectacular. Si decides comer en el Restaurante Museu do Atum Barril es por darte un capricho.


