esperanzza
Sorprendente y muy cálida
Espacio muy singular en el que cenar rodeado de peces y a la luz de unas cálidas medusas. Los precios no son nada baratos, pero la calidad y el espacio merecen la pena ir al menos una vez. Eso si, hay que reservar mesa y esperar a que cierren el aquarium a las 21h, momento en que un camarero recoge a los comensales en la entrada. Mejor llama con uno o dos días (la primera vez que quise ir tenían todo el restaurante reservado para un evento, y me dijeron que es habitual).