ANADEL
Buen servicio y buena comida
Estuvimos solos en el restaurante, el resto de la gente alojada en el hotel estaba esquiando en las pistas de Valdelinares y llegaron sobre los cinco, por lo que el servicio fue atento y simpático, sin ningún agobio.
Hay un menú a un precio razonable y abundante, además de bien cocinado.
Curioso el plato de rabo de cerdo frito que te sirven al llegar, estamos en tierra de cerdos. Sabrosos quesos de la zona, y ensalada con perdiz, buenas chuletitas y pescado en su punto.
Muy bien en general la experiencia, para recomendar.
+7