Raciones enormes
Este es el único restaurante al uso que hay en Paymogo (lo demás con pequeños bares), y se emplaza justo a la entrada del pueblo, en la planta baja del Hostal Paymogo.
El salón es muy grande, con un montón de mesas; fuimos a comer el domingo, con motivo de la Feria del Gurumelo y ¡estaba lleno! por lo que pensamos que sería una buena señal.
Pedimos para compartir: una ración de jamón ibérico que, en mi opinión, de ibérico no tenía demasiado y le faltaba tiempo de curación (estaba bastante crudo); un “picadillo de gurumelos”, es decir, una ensalada de tomate aliñado (me pareció de bote) con cebolleta, setas y ¡mucho cilantro!; y unos huevos de campo con patatas fritas y jamón. El precio no fue caro, 31€, y las raciones fueron de lo más generosas.