malclown
Es un sitio divertido para cenar y se come mucho y bien
Vaya, no se ha subido en su momento la descripción del Pelé-Melé. Bueno pues empezaré diciendo que yo buscaba un simple menú de 8 euros uno de esos días de máxima frustración como diseñador informático, planeando comer rápido y regodearme en mi fracaso. Pero nada más lejos de la realidad: nada más cruzar la puerta me encontré con un local enorme decorado hasta la saciedad de una manera nostálgica, cinéfila, cutre muchas veces y condenada al horror vacui más pagano. Las bicicletas colgantes del siglo pasado me despeinaban al pasar buscando mesa, los millares de lámparas se acababan metiendo en mi plato y el olor a comida mejicana y costillas dulces me obligó a cambiar el chip.
Yo comí por 8 euros, ya os digo, sin embargo este restaurante tiene como especialidad las fuentes gigantes para grupos numerosos: comidas o cenas de empresa, cumpleaños… Todo forma parte de una cena-espectáculo donde los camareros/actores disfrazados acompañan la fiesta dividida en estancias decoradas aparte: un submarino en la planta baja, una cárcel u otras simplemente absurdas. Todas las mesas tienen un teléfono para pedir lo que sea y TODO absolutamente TODO lo que se ve por el restaurante está a la venta, sólo hay que preguntar el precio ya sea de un tiburón blanco gigante, de la réplica del Titanic, de los muñecos que salen e las paredes…
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