Muy bien ubicado y cordialmente atendido
Como nos alojábamos en el Hotel Becker que se encuentra pegadito a este restaurante y habíamos estado todo el día de paseo en Santiponce visitando las ruinas de la ciudad Itálica, decidimos comer aquí, pues nos pareció, dado que la gente que había en su terraza como las que estaban en el interior parecían estar bien atendidas, ingresamos al local y nos sentamos en unos cómodos sillones pegaditos a la barra y no muy lejos de la puerta. Como la lista de precios estaba colgada al alcance de la mano debajo de un cartel con la leyenda Ibéricos COVAP nos hicimos una idea de lo que gastaríamos.
El lugar lucía muy bien puesto y limpio, arreglado con macetitas de hojalata con plantas verdes que se intercalaban en las estanterías con bebidas, jamones y vajilla.