La estrella de Brujas
La experiencia culinaria en Refter, anunciado como bistrot, pero con una carta mucho más amplia y variada que los tradicionales bistrots, fue un poco extraña, ya que aunque la comida estaba muy rica, sorprendía el ruido ambiental, más propio de un restaurante español de que uno belga.
La razón quizás está en que el Refter es propiedad del hijo de un restaurante 3 estrellas michelín anexo, el Karmeliet, y, como tiene un menú de 35€, atrae a un público menos elitista que el Karmeliet.
A nosotros nos agradó bastante, incluso tuvieron el detalle, ya que nuestra mesa no estaba preparada, de pasarnos al salón de espera del restaurante Karmeliet, donde tomamos unas cervezas belgas mientras esperábamos.