Madre mía, qué rico
El Virgil es el paraíso de los amantes de las costillas. El caso es que a mí no me gustan las costillas, pero también fue como un paraíso para mí.
Lo mejor es que te puedes pedir un combo para dos y hacerlo tú. Me explico: eliges el combo y de todo los platos que hay, eliges (creo recordar) 4. En nuestros caso, nuestro combo era: costillas, un contramuslo de pollo, pollo mechado con salsa, papas fritas y macarrones con queso (muy americano).
Bueno, rico no, lo siguiente. Es una mega ración gigantesca donde no puedes parar de comer.
De postre nos pedimos una tarta de cheesecake con crema de cacahuete. También muy americano, pero estaba que se te caía la baba.