Ría Pontevedra
Pegada al conocido puente de los tirantes se encuentra uno esta escena, lo que parece ser el punto de encuentro: la iluminación cálida y anaranjada de las calles rurales gallegas, y las frías pero potentes farolas características de la urbe. Como punto de encuentro, casi como una alegoría al equilibrio y el orden, se encuentra la comisaría de policía de la zona.