Pedro Jareño
La llegada es abrumadora. Y no...
La llegada es abrumadora. Y no positivamente. Pero el sitio es mágico. Se hace raro al principio porque está mal indicado, el "poblado" es raro y la fachada es extraña. Pero es abrir la puerta y alucinar. La definición de lujo árabe a precios relativamente asequibles. Un oasis en medio de la nada. Una atención ideal y un riad de ensueño. Habitaciones maravillosas y comodidad absoluta.
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