A Rincón hay que Sentirlo
Rincón es un pueblito que pareciera perdido en la llanura de Bonaire, pero es también un lugar que ayudará al turista a comprender el pasado de su gente. Ranchos de color ocre, caminos de tierra y mucho cactus es parte del paisaje que se puede ver en este punto del municipio holandés. El paseo que se realiza por sus espacios forma parte del recorrido que se hace en el Washington – Slagbai National Park y se promociona como el asentamiento más antiguo de las Antillas.
Para conocer su historia y cultura nada como visitar el “Magazine Di Rei”, el segundo edificio más antiguo de la isla. Allí una fundación decidió mostrar al visitante una representación de lo que fue la vida en el siglo XVIII en Bonaire. Explican además sobre la vestimenta, tipos de comida y música de la época. Isain Mercera es el guía de la casa. Él conduce el recorrido por la edificación principal explicando un poco el porqué de su presencia y la de sus compañeros allí, “en el año setenta se rescató este edificio, que era una antigua casa de gobierno. Aquí los esclavos traían las provisiones”.
El terreno donde se encuentra el Magazine Di Rei debe tener por lo menos una hectárea y está dividido en secciones dedicadas cada una a un oficio de la ápoca de la colonia. La enramada de Adelfa Santiago, por ejemplo, muestra parte de su gastronomía. Santiago cuenta setenta años y la gracia de sus tiempos mozos. Ella prepara una mezcla parecida a la de una panqueca que informa es lo que se comía en siglos pasados. Ataviada en una falda floreada y un pañuelo blanco en la cabeza coloca sobre las brasas la mezcla que luego ofrece al visitante.
El baile es otro de esos elementos unificadores. Boy Janga es el encargado de enseñar sobre los ritmos de su gente. Zimadame es el nombre que le dan a la temporada de cosecha y el momento donde pueden vivir a través del baile. “Muchos de los instrumentos que utilizamos los hacemos con material reciclable. El matrimonial por ejemplo es una madera larga al que le clavamos tapas de latas de conserva. Dos tallos de caña brava nos sirven para emitir sonidos y así, poco a poco va comenzando la fiesta”.
Desde este terreno se puede ver el pueblo, en un valle encerrado entre pequeñas colinas. Sus habitantes cuentan que fue establecido allí para protegerlo de las amenazas de los piratas. Hoy en día, esas montañas separan a Rincón de la fuente de ingresos de toda una isla que es el turismo, pareciera distante y solitario para tener que dedicarle un día de las vacaciones, pero la verdad es que encierra toda la cultura de una tierra que tiene mucho que contar más allá de las profundidades de su mar.


