Reflejos y tonos pastel sobre las aguas del Onyar: la imagen más emblemática de Girona
Las pintorescas casas que acompañan el lento fluir del río Onyar a su paso por Girona constituyen la estampa urbana más emblemática, singular y repetida de esta magnífica urbe, tras ellas se esconde un mundo laberíntico plagado de plazas porticadas, callejones empedrados, empinadas escaleras, arcos y notables construcciones que dan fe de la importancia que Gerona alcanzó en tiempos remotos (En los siglos XIII y XIV, fue emplazamiento destacado de la cábala judía).
Las casas del Onyar fueron construidas en las postrimerías de la Edad Media literalmente adosadas a las viejas murallas que protegían el Barri Vell, de cuyos espesos muros parecían brotar.
Con el devenir de los años, el conjunto primigenio, eminentemente defensivo, dio paso a un conglomerado urbano de lo más pintoresco: caótico mosaico multicolor compuesto por decenas de persianas, balcones, terrazas, tejados, galerías y ropa tendida,
En los años 80 , las casas del Onyar fueron objeto de un brillante proceso de rehabilitación llevado acabo por los arquitectos Josep Fuses y Joan M. Viader , proyecto que contó con la inestimable participación de los pintores Jaume Faixó y Enric Ansesa encargados, obviamente, de gestionar adecuadamente el uso del color en las fachadas; esta intervención supuso para la ribera del Onyar un impulso de primera magnitud y desde entonces estas humildes casas junto a la imponente mole de la catedral y la esbelta torre de Sant Feliu que se alzan a sus espaldas completan una postal urbana bella, hipnótica y sugerente.
La fachada fluvial del Onyar ejerce un magnetismo tal sobre el visitante que resulta poco menos que imposible no sentirse atraído una y otra vez, un día tras otro, sea de noche o de día hacia cualquiera de los puentes que cruza el río y detenerse a contemplar el suave balanceo de las casas reflejado sobre las tranquilas aguas del Onyar, los ocres, azules, naranjas y rojizos que decoran las fachadas parecen desvanecerse arrastrados por la corriente…su destino…el mar.
Las casas del Onyar, coloridas, vitalistas y alegres son la vistosa antesala del mundo oscuro, austero y pétreo al que dan acceso, el mundo de la vieja Gerona.
Las casas del Onyar, sinfonía de colores, caos arquitectónico, reflejos ondulantes, postal mediática, emblema, al fin y al cabo, de toda una ciudad….., Girona